El escándalo que ha protagonizado la
NSA por ciberespionaje masivo está lejos de acabar. Son muchas las
bochornosas noticias que hemos ido viendo a lo largo de las últimas semanas, y
hoy podemos confirmar una que en su momento quedó “en el aire”.
Como más de uno recordará en septiembre de
este año Linus Torvalds, padre de Linux, fue preguntado sobre un supuesto
contacto de la NSA hacia él para pedirle colocar puertas traseras en
Linux, algo a lo que respondió con un gesto doble, un no sonoro y un sí a modo
de gesto con la cabeza.
Esta respuesta sembró dudas, pero
finalmente hemos podido confirmarlo, la NSA se puso en contacto con Linus y las
intenciones eran precisamente esas, colocar puertas
traseras en Linux.
Como más de uno habrá imaginado la petición de la NSA resulta bastante
absurda, dado que intentar esconder puertas traseras en un sistema operativo de
código abierto como Linux es muy muy complicado.
Es de suponer que la respuesta ambigua de
Linus habría sido consecuencia de cierta presión legal por parte de la NSA que,
como vemos, no escatima en intentos de meter la nariz en
todas partes.